Caballos de oro: el misterio de Batu Kan
Las leyendas sobre los tesoros de los antiguos gobernantes — faraones, reyes, emperadores o grandes kanes — siempre atraen la atención de la gente. Una de esas leyendas cuenta el secreto de los caballos de oro de Batu, nieto del gran conquistador Gengis Kan.
El kan siguió la estela de su abuelo y conquistó vastos territorios. Durante su reinado, la Horda Dorada era conocida como un país increíblemente rico. Es por ello que la leyenda sobre el oro del gobernante sigue despertando un gran interés entre los historiadores.
Una de las leyendas cuenta sobre los «caballos de oro de Batu». El comandante tenía un caballo árabe favorito. Tras la repentina muerte del caballo, el kan ordenó fundir una copia suya de cuerpo entero en metal precioso. Se sabe por los anales que la estatua fue encargada a un maestro campanero, que posteriormente fue capturado durante el ataque a Kiev en 1240.
La figura a tamaño natural del caballo requirió nada menos que 15 toneladas de oro: ¡todo el tributo recaudado por la Horda Dorada durante un año! El maestro recreó hábilmente una copia del caballo favorito del kan. En los ojos de la estatua había incrustaciones de brillantes rubíes. Cuando el caballo dorado ya estaba instalado a las puertas de Sarai Batu, la capital de la Horda Dorada, Batu ordenó hacer un segundo para darle simetría. Posteriormente, las estatuas se convirtieron en un verdadero símbolo de la riqueza incalculable y el poder de la Horda Dorada. El kan y sus sucesores creían que los caballos dorados «protegían» al imperio de los enemigos.
Tras la batalla de Kulikovo, las preciosas estatuas se perdieron. Existen varias versiones de su desaparición. Supuestamente, uno de los caballos fue enterrado con el cuerpo de Mamái, que heredó el trono de Batu. El segundo pudo ser robado por los cosacos que atacaron al ejército de la Horda Dorada. Algunos historiadores suponen que, al retirarse, arrojaron la estatua a uno de los embalses cercanos.
A los científicos y arqueólogos no solo les interesa descubrir el misterio de los caballos de oro de Batu, sino también el destino de otros tesoros de la época. En fuentes históricas se puede encontrar información sobre la búsqueda de un gran convoy con oro, supuestamente escondido cerca del lago Seliger.
En la foto: Sarai Batu, capital de la Horda Dorada, durante el reinado de Batu Kan
En la segunda mitad del siglo XIX, varios periódicos informaron del sensacional descubrimiento de un tesoro de la Horda Dorada en el territorio de la actual región de Rostov. Durante la construcción del ferrocarril, se descubrió un pasaje subterráneo de una antigua ciudad, donde se guardaban monedas de oro. Pero, por desgracia, no se pudieron encontrar los caballos de Batu Kan de metal precioso.
En la foto: excavaciones arqueológicas de la antigua ciudad de los tiempos de la Horda Dorada.
Durante siglos, historiadores, arqueólogos, grupos de expedición e investigadores privados han intentado desvelar el misterio de los caballos de oro de Batu. Sin embargo, a pesar de sus esfuerzos, nadie consiguió encontrar las riquezas del kan.
Batu, al igual que su antepasado Gengis Kan, dejó numerosas leyendas relacionadas con el oro. ¿Qué pasó con los tesoros del Gran Kan de la Horda Dorada? Descúbralo en el artículo:
El oro de Gengis Kan: ¿mito o realidad?