El Tesoro de Egina

El Tesoro de Egina

19.05.2023

 

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El apogeo de la civilización minoica

Egina (en griego: Αίγινα), la «Isla de las cabras» en el Golfo Sarónico.

En tiempos remotos, esta pintoresca isla rebosaba de vida. El antiguo filósofo griego Aristóteles escribió que Egina contaba con medio millón de habitantes. Muchos se dedicaban a la agricultura, la navegación y el comercio. Los historiadores sostienen que Egina fue un activo rival de Atenas. Fue en esta isla donde se acuñaron las primeras monedas de la antigua Grecia y se fundió el famoso cobre egeo.

Durante la época minoica, el comercio entre los habitantes de Creta, el Egeo y el Mediterráneo estaba muy extendido. Gracias a los prósperos comerciantes, la influencia cultural minoica de 2600 a 1100 a. C. se hizo dominante en toda Grecia.

 

El misterio de las excavaciones griegas

Un tesoro de oro minoico descubierto en una isla griega recibió el nombre de «Tesoro de Egina».

Los objetos de oro fueron hallados en una tumba en 1891. Por desgracia, no hay datos precisos sobre quién los encontró ni en qué circunstancias.

El tesoro se conserva a buen recaudo en el Museo Británico y sigue rodeado de misterio. Era y sigue siendo un misterio porque ninguna otra joya antigua se parece a los objetos de este singular tesoro.

 

Tesoro de Egina

Fecha: 1850‑1550 a. C.

Período: minoico

Materiales: oro, lapislázuli, amatista, cuarzo, cornalina y jaspe verde

La misteriosa colección de joyas incluye dos pares de pendientes, tres tiaras, un colgante, un brazalete, una copa de oro, cuatro anillos, placas y láminas de oro.

 

En la foto: un increíble par de pendientes de oro hechos por un talentoso joyero de Egina.

 

A un aro con una serpiente bicéfala se unen catorce cadenas cortas de las que cuelgan refinados discos de oro, que se alternan con figuras de búhos. Dentro del anillo hay cuatro animales: tal vez se trate de dos galgos que se elevan sobre dos monos.

En la cultura minoica era habitual que las criaturas zoomorfas se representaran por parejas. Al parecer, funcionaban como protectores de los humanos y se consideraban mensajeros de los dioses.

 

En la foto: un raro y hermoso colgante de oro de la misteriosa colección.

 

Otra joya increíble, creada por los antiguos artesanos, es un colgante con una figurilla de una deidad cretense con dos ocas. El ídolo sagrado está representado entre los «cuernos de culto» de los toros, un símbolo religioso muy común en Creta.

 

El lenguaje dorado de las joyas

El Museo Británico adquirió la mayor parte del tesoro de Egina en 1892 a la empresa londinense Cresswell Brothers.

Sin duda, son de gran valor y motivo de admiración. Las joyas encontradas no solo reflejan las creencias religiosas de la gente de la época, sino que también tienen un significado simbólico. El oro es un metal precioso con el que los antiguos artesanos expresaban sus pensamientos y hablaban en un lenguaje único de la joyería.

 

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