El tesoro de Hoxne
Inglaterra es uno de los países en cuyo territorio se encuentran tesoros constantemente. Quizás esto se debe a la historia específica de la isla o al sistema legislativo moderno, por el cual los museos interesados pueden comprar tesoros a quienes lo encontraron a precio completo. El descubrimiento del tesoro de Hoxne ocurrió por accidente: con la pérdida de un martillo. Un martillo normal, no de oro.
En noviembre de 1992, un granjero perdió su martillo cerca del pueblo Hoxne en el condado de Suffolk, en el este de Inglaterra. Le pidió a su vecino, que se dedicaba a la búsqueda de tesoros en su tiempo libre, que lo ayudara a encontrar el instrumento. El vecino encontró el martillo... y el tesoro más grande del Imperio Romano tardío.
En la foto: una de las pulseras pertenecía a una dama desconocida, Juliana, como reza la inscripción.
Los buscadores afortunados informaron las autoridades de su hallazgo precioso. Al día siguiente, al campo llegaron los arqueólogos. Las excavaciones duraron solo un día y se descubrió una enorme cantidad de oro, plata y bronce. Aquí está la lista incompleta de lo que fue encontrado en el campo cerca de Hoxne:
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más de 560 monedas de oro;
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alrededor de 14 200 monedas de plata;
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29 joyas de oro;
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98 cucharas de plata con adornos de oro;
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un vaso, un jarrón, cuencos y otros artículos de plata dorados.
El tesoro estaba escondido en una caja de roble de un tamaño de 60 x 45 x 30 centímetros. Las cosas y las monedas estaban empaquetadas en otras cajas más pequeñas, envueltas en tela o heno. Unos años antes del descubrimiento del tesoro, el cofre de roble fue dañado por el arado durante los trabajos de labranza y los objetos preciosos quedaron más cerca de la superficie de la tierra.
Unos años más, los arqueólogos volvían una y otra vez a ese campo para encontrar cosas escondidas hace siglos.
En la foto: incluso una pequeña parte del tesoro se ve impresionante.
Las joyas de oro merecen una atención particular:
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una cadena grande con dos colgantes;
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seis collares;
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tres anillos;
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19 pulseras.
Todas las joyas están hechas de metal que contiene 91,5% de oro que corresponde a 22 quilates. El peso total es de un kilo.
El hallazgo más significativo fue una cadena de cuatro piezas unidas por dos colgantes,uno delante y otro detrás. El colgante delantero tiene una amatista y cuatro granates incrustados. El segundo colgante está hecho de una moneda de oro antigua. Las cadenas de este tipo, las llevaban las mujeres casadas.
En la foto: en el colgante faltan cuatro piedras, probablemente eran perlas.
Los arqueólogos no pueden identificar a los propietarios y desconocen las causas por las que se enterró el tesoro. El cofre de roble, las cajas con cerraduras de plata y el embalaje cuidadoso indican que los valores pertenecían a una familia adinerada. A tres kilómetros de Hoxne había un asentamiento romano, donde podían haber vivido los dueños del tesoro. Si hubiera sido un tesoro robado y escondido por ladrones, el oro habría estado en una bolsa de tela o de cuero.
Visto el número de cucharas de plata decoradas con oro, fue una familia numerosa. En las cucharas están inscritos los nombres de personas concretas con deseos de una vida feliz. Tales regalos se hacían a los niños el día del bautizo. Los arqueólogos suponen que esta es solo una parte del tesoro. Las personas de esta posición social, normalmente, poseían muchos grandes platos de oro y plata, jarras y copas.
Los artefactos de Hoxne se encuentran en el Museo Británico de Londres. En el principal museo del Reino Unido los visitantes pueden conocer la mayor parte de las reliquias del tesoro, entre las cuales hay una estatuilla de una tigresa (probablemente un asa rota de una vasija no identificada) y pimenteros en forma de pequeños animales y personas.
En la foto: el pimentero con la imagen de la emperatriz (o una dama noble) es uno de los hallazgos más valiosos.
En 1994, el tesoro de Hoxne fue estimado por las autoridades en 1 750 000 libras. Ese dinero fue pagado a las personas que lo habían encontrado. Debido a que el granjero y su vecino informaron a tiempo a los servicios competentes, los preciosos hallazgos de Hoxne se mantuvieron 100% seguros. Fue una gran noticia para toda la comunidad de arqueólogos británicos. Como resultado, en 1996, se modificó la ley sobre la búsqueda de tesoros, la simplificación de los trámites alentó a los arqueólogos aficionados a entregar los tesoros al estado.
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