Los bienes donados de oro de Bactria
A lo largo de 2300 años la Bactria florecía donde hoy se estrechan las fronteras de Afganistán, Turkmenistán y Tajikistán. El estado afrontó la calada superior en el siglo II A.C. El antiguo dramaturgo griego Esquilo ( Aeschylas) escribió por primera vez sobre los habitantes de Bactria en la obra trágica “Los Persas”. En la “Geografía” del antiguo historiador y científico Estrabón se menciona el país de los bactrianos, lleno de oro y pan. Los nómadas del norte conquistaron el país en el siglo I de nuestra era. El reino desapareció del mapa mundial. Los tesoros de Bactria también desaparecieron casi para 2 mil años.
En la foto: El estado Griego-Bactriano en su apogeo, alrededor del año 180 A.C.
El oro cayó como llovido del cielo
En el otoño de 1978 los arqueólogos de la URSS llevaron a cabo trabajos de excavación de las ciudades antiguas en el territorio de Afganistán y Turkmenistán. Ellos investigaron los restos de la muralla en la región de Tilla-Tepe( traducido del persa: la Colina dorada).
El 15 de noviembre estuvo lloviendo mucho y el abajadero de la colina bajo los restos de la muralla derrubió. El obrero llamado Hudaidot layó el terreno y al sol brilló el metal amarillo. ¡Oro! Así, con la ayuda del campesino afgano, la expedición del académico Victor Sarianidi hizo un descubrimiento igual al hallazgo de Troya o la tumba de Tutankamón.
Los participantes de la expedición no estaban preparados para esa sorpresa. No había instrumentos y materiales. Los científicos trabajaban bajo la lluvia y el viento durante tres meses. Bajo las duras condiciones del invierno afgano ellos examinaron seis tumbas en las que encontraron 20 000 piezas de oro. Después de 20 siglos el oro de los reyes de Bactria dió muestra al mundo otra vez.
Los reyes ahogados en oro
El oro en grandes cantidades por capas llenaba las tumbas. Antes de llegar a los restos de la realeza, los arqueólogos sacaron de dos a tres mil objetos preciosos. Cada brizna del metal amarillo ha sido fotografiada y empaquetada con cuidado.
Hay una descripción de lo que se había encontrado en Tella-Tipe:
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Prendas de la cabeza de los reyes en el estilo escita y helénico, decoradas con figuras de animales, aves y plantas.
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Pesados brazaletes del metal precioso amarillo con adornos en forma de los animales carniceros o ciervos saltadores.
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Anillos y sortijas espectaculares, fabricados con la artesanía máxima.
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Hebillas de oro moldeadas con increíbles imágenes, cinturones, objetos de oro con temas griegos antiguos.
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Una serie de colgantes con motivos antiguos y escíticos.
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Dagas engarzadas en oro cincelado con piedras preciosas.
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Lentejuelas de oro en forma de estrellas, pétalos y gotas cosidas a la ropa.
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Collares, tiaras, estatuillas, utensilios de oro.
En la foto: La corona dorada con piedras preciosas. La corona que supuestamente pertenecía a la reina de Bactria. El cierre con imagen de Dionisio y Ariadna, acompañados por Eros, saltando en un animal mítico. Oro, adornado con turquesa. La figurilla dorada de Farn – dios de la Buena fortuna en la Antigua Bactria.
El destino de los tesoros
En enero de 1979 los arqueólogos encontraron otras tres tumbas, pero ya no tenían ni fuerzas, ni recursos. Los científicos cesaron el trabajo y llevaron la colección que había reunido al Museo Nacional de Kabul. La guerra en Afganistán impidió a la expedición de Sarianidi continuar sus investigaciones de la Colina Dorada. Ahora en el lugar de Tilla-Tepe se encuentra un foso profundo el que había sido cavado por los habitantes del lugar. Las tumbas son saqueadas.
Cuando los talibanes tomaron el poder en Afganistán, intentaron encontrar esta colección, pero ella desapareció. Con la restauración de la legalidad en el país, los colaboradores del museo devolvieron los tesoros de los reyes. Victor Sarianidi asistió a la apertura de la caja fuerte y confirmó que esto era el oro el que ellos habían encontrado durante las excavaciones hace 23 años.
Desde entonces la exposición de las joyas de los reyes bactrianos viaja por el mundo.
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