Misterioso lingote de oro: cómo los científicos resolvieron el misterio de las décadas
Tiempo promedio de lectura — 2 minutos
La ciencia moderna no se detiene y sigue influyendo en todas las esferas de la vida humana. Las tecnologías avanzadas permiten tanto dar un paso hacia el futuro como mirar hacia el pasado profundo, arrojando luz sobre los acontecimientos muy lejanos. Hoy le contaremos precisamente un caso así.
Esta historia tiene su origen en un pintoresco parque de la capital mexicana, Ciudad de México, donde en 1981 un grupo de trabajadores de la construcción accidentalmente descubrió un lingote de oro de 1,93 kilogramos y lo entregó a los arqueólogos. Durante muchos años, el origen del hallazgo siguió siendo un misterio.
Hace tan solo unos años, los científicos del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) de México llevaron a cabo un minucioso examen utilizando una máquina especializada de radiografía y análisis químicos. Tras un examen detallado, los expertos pudieron determinar que el lingote hallado formaba parte del tesoro de Moctezuma, el legendario gobernante de los antiguos aztecas. El estudio demostró que la composición del lingote corresponde a la de otros objetos aztecas de la época. También se descubrió que el lingote es «partícipe» de uno de los acontecimientos históricos más importantes que tuvieron lugar en el territorio del México moderno: la «Noche Triste».
En la foto: el lingote de oro encontrado de 1,93 kilogramos.
La «Noche Triste» — el 30 de junio de 1520 — pasó a la historia como un punto de inflexión en el conflicto entre los conquistadores españoles de Hernán Cortés y el pueblo azteca. Dirigida por el teniente Pedro de Alvarado, la guarnición española de Tenochtitlan decidió ejecutar a los sacerdotes y nobles dentro de los muros del templo local. Los aztecas se indignaron y se rebelaron.
En el dibujo: la batalla del conquistador español Cortés contra los aztecas de Tenochtitlan.
Las fuerzas eran desiguales y bajo pena de muerte, los españoles se vieron obligados a huir de la capital azteca. Antes de huir, los conquistadores decidieron «confiscar» parte del tesoro azteca. Según los investigadores, el lingote encontrado fue robado por los soldados aquella misma noche. Lo más probable es que a los españoles se les cayó mientras huían, pero, por razones obvias, no se atrevieron a regresar.
Lea también el artículo:
Un torques de oro de la Edad de Bronce — el primero en Essex