Oro e inteligencia artificial
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La inteligencia artificial hace tiempo que dejó de ser ciencia ficción y se está integrando activamente en todos los ámbitos de la actividad humana. Los expertos estiman que en 2027 el mercado de la tecnología de IA se valorará en unos 407 mil millones de dólares. Esto es casi cinco veces más que en 2022.
Curiosamente, el oro está directamente relacionado con la inteligencia artificial. Es muy probable que sin el metal precioso, estas asombrosas tecnologías se hubieran quedado como un invento de ciencia ficción.
El metal precioso al servicio de la alta tecnología
Para empezar, la inteligencia artificial no existe por sí sola. Su funcionamiento requiere un potente equipo informático. Incluye procesadores, módulos de memoria y otros dispositivos complejos. Y aquí los metales preciosos, en particular el oro, desempeñan un papel importante.
En primer lugar, el oro es un excelente conductor de la electricidad, por lo que se utiliza ampliamente para la producción de microchips y conectores eléctricos. La presencia del metal precioso en el hardware permite a la «inteligencia artificial» procesar con rapidez y precisión enormes conjuntos de datos.
En la foto: oro en microchips de ordenador.
En segundo lugar, el oro es un metal duradero y resistente a la corrosión. Gracias a ello, los componentes electrónicos de la IA pueden funcionar con éxito en cualquier entorno sin desgastarse durante mucho tiempo.
La adopción masiva de la inteligencia artificial ha provocado un aumento de la demanda de sistemas HPC. Por ejemplo, los grandes bancos los utilizan para realizar análisis profundos y previsiones de mercado. Los procesadores utilizados para HPC deben su eficacia al oro, entre otras cosas.
En la foto: superordenadores que utilizan partículas de oro.
Otro ámbito de aplicación de la inteligencia artificial es el «internet de las cosas». Se trata de un sistema en el que las cosas utilizadas con frecuencia están equipadas con dispositivos de recogida de información y conectadas a Internet. Por ejemplo, un frigorífico puede detectar la falta de productos necesarios y pedirlos a una tienda online. Esta es otra aplicación de la inteligencia artificial y otro ámbito en el que los metales preciosos desempeñan un papel importante.
Perspectivas fascinantes
En relación con lo anterior, es obvia la conclusión. Debido al creciente interés en la inteligencia artificial y el rápido progreso en esta industria, podemos esperar un aumento de la demanda mundial de oro. Y como consecuencia, un aumento de su precio.
Según el informe del Consejo Mundial del Oro, la demanda del metal noble en el sector tecnológico aumentó un 10 % en el primer trimestre de 2024. Entre otras cosas, porque ha aumentado la producción de «dispositivos inteligentes» con aplicaciones que utilizan inteligencia artificial.
Y eso es solo el comienzo. Los ordenadores cuánticos prometen una auténtica revolución informática. El oro ya se utiliza en su trabajo: pero los expertos siguen explorando otras posibilidades de uso del metal precioso para aumentar la eficacia de la computación cuántica.
En la foto: un componente de ordenador cuántico recubierto de oro.
No menos interesantes son los ordenadores neuromórficos, que imitan las redes neuronales del cerebro humano. Y en su trabajo también se utilizan partículas de oro.
Por tanto, el oro, valorado durante siglos por su belleza y sostenibilidad, está adquiriendo un nuevo papel en la era digital. Se está convirtiendo en parte integrante del mundo en rápido desarrollo de la inteligencia artificial, proporcionando una base fiable para la innovación y abriendo nuevas oportunidades para la humanidad.
Por cierto, el oro ayuda en los descubrimientos científicos desde la antigüedad. Lea sobre ello en el artículo: «Eureka»: cómo hizo Arquímedes su famoso descubrimiento y qué tiene que ver el oro con él.