La bula de oro: historia, cultura, leyes medievales

La bula de oro: historia, cultura, leyes medievales

29.11.2024

 

La bula de oro tiene sus raíces en la cultura de Europa Occidental y Bizancio. Es un sello de dos caras con el cual los monarcas sellaban los decretos medievales. El documento que llevaba este sello también se llamaba bula de oro.

Fue utilizado originalmente por los emperadores bizantinos. En una carta preparada con antelación por los escribas, el rey escribía personalmente un par de líneas con tinta roja. Luego firmaba el mensaje y lo sellaba con un sello especial.

Examinemos los documentos más conocidos que fueron sellados con sellos de oro.

 

La bula de oro de Sicilia

En 1212 el emperador del Sacro Imperio Romano entregó tres decretos sellados con el sello de oro al rey checo. El emperador Federico II en aquel entonces aún no tenía el propio sello, por lo que utilizó su sello de gobernador de Sicilia. En este era representado un toro («bula» en latín).

Los documentos garantizaban la sucesión del título real y la integridad territorial del Estado Checo. Přemysl Otakar I obtuvo ese privilegio por haber apoyado a Federico en la lucha por el trono imperial. 

 

En la foto: la bula de oro de Sicilia confirmó el derecho de Chequia (en aquel entonces Reino de Bohemia) a la independencia.

 

La bula de oro de Hungría

Fue uno de los primeros documentos con sello de oro que limitó el poder del monarca. En 1222 fue emitido y firmado por el rey Andrés II de Hungría después de que los vasallos casi se rebelaran por haber sufrido durante varios años la opresión de su gobernante. La bula de oro liberó a los caballeros de los impuestos, de la necesidad de prestar servicio fuera del territorio del reino y hasta les concedió el derecho de rebelarse si el soberano no cumplía sus obligaciones. 

En la foto: la bula de Hungría liberó a los señores feudales de la obligación de financiar las cruzadas.

 

La bula de oro de Rímini

En 1226, el emperador Federico II otorgó permiso a la libertad de acciones militares y misioneras en Prusia al jefe de la Orden de los Caballeros Teutónicos. Con este documento, la orden podría imponer el cristianismo y apoderarse de las tierras de los príncipes locales. La carta fue firmada el 26 de marzo en la ciudad de Rímini, Italia. Su autenticidad fue confirmada por un sello de oro.

 

La bula de oro de Carlos IV

El documento más famoso de la historia del reinado del emperador Carlos IV. Fue escrito en 1356 en la lengua latina en el Sacro Imperio Romano y aprobado en la Dieta Imperial el mismo año. La bula regulaba las relaciones entre los señores feudales. 

En la foto: el sello de oro del emperador que sellaba el documento famoso.

 

El decreto reconocía la completa independencia de los señores feudales, permitía guerras entre ellos, abolía los tratados aliados de las ciudades. La elección del emperador correspondía desde entonces a los príncipes electores del Imperio, los cuales podían también acuñar sus monedas sin limitaciones.

 

La bula papal

El Papa también sellaba sus decretos con semejantes sellos de dos caras, pero no eran de oro. Las cartas papales se sellaban con un sello de plomo y cintas de distintos colores. Las cintas de seda amarillas o rojas se usaban para los decretos con la bendición oficial del Papa, pero la cuerda gris no era una buena señal, ya que no le prometía al destinatario nada bueno. 

 

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